A veces, una muerte repentina, un divorcio o una quiebra financiera, nos deja al costado del arroyo y decimos: “Hasta aquí llegué”. Estamos en esa tierra intermedia donde parece que el tiempo se detiene; agotados y con una necesidad urgente de descanso. No un reposo físico; sino un sosiego espiritual. Y es en esas ocasiones que está bien quedarse en la retaguardia a descansar confiando en Su Palabra, mientras cuidamos del ‘bagaje’ de los que están en la primera línea de batalla. Recordemos que ser parte del ejército de respaldo del Señor es también un alto llamado en Jesucristo.
Dante Gebel #880 | Soldados cansados
Publicado el 14/07/2024