A veces podemos llegar a estar tan ocupados haciendo “ministerio” que no tenemos tiempo para amar y servir a la gente real. Nos resulta más fácil ofrecer palabras que acciones. Pero el cristianismo no es un sermón de domingo. Estamos llamados a imitar la vida de Jesús, no a repetir versículos de la Biblia usando un lenguaje religioso. El llamado es para todos. Tratemos a la gente como nos gustaría que nos trataran. Amemos a quien tenemos delante. Recordemos que: ¡nosotros somos el Evangelio!
Dante Gebel #906 | Jesús desayuna en Starbucks
Publicado el 12/01/2025