21/11/2022

Confesiones de un ratón

La vida no se trata de llegar, sino de cómo llegamos a destino. Y para no perdernos ni desviarnos en la trayectoria, necesitamos aprender a tomar reposo cuando sea necesario, tenemos que aceptar y cumplir con nuestras responsabilidades, aprender a vivir nuestra libertad dentro con ciertos límites y fomentar relaciones sanas con todos los que nos rodean. Sin embargo, con frecuencia nos pasamos la vida haciendo girar nuestra rueda frenéticamente como un hámster, enfrascados en actividades, compromisos y relaciones tóxicas, sin llegar a ningún sitio. Es por eso que en algún momento necesitamos salir de la noria del roedor para echar una mirada sincera a nuestra vida y decidir si seguimos siendo ratones, o nos volvemos como árboles frondosos, verdes, con frutos, estables, fieles, apasionados, saludables y ¡bendecidos!