01/05/2023

Mi hermano mayor

La gracia es un regalo que recibimos como un don de Dios, y no como algo que tengamos que esforzarnos por ganar. A ninguno de nosotros se le paga conforme a sus méritos, ¡porque ninguno de nosotros puede satisfacer las exigencias de Dios para una vida perfecta! El Señor no condena ni hace juicios. Todo lo que debemos hacer es gritar: "¡Auxilio!", para que Dios nos acepte en Su casa. Así que, la próxima vez que tu “hermano mayor” empiece a gruñir más fuerte que un perro rabioso; afloja tus sandalias, ponte el anillo en el dedo que quieras y cita al apóstol de la gracia que dijo: «Por la gracia de Dios, soy lo que soy».